En este apartado compartiré algunas de las múltiples experiencias tan bellas y sorprendentes que viven la mayoría de los asistentes a los talleres y a las sesiones privadas de Música Sufí Sanadora. Si te atreves a compartir la tuya, adelante, eres bienvenid@.
SESIÓN PRIVADA EN CENTRO RUBAYAT
Para mí la sesión de musicoterapia con Ignacio fue el detonante para iniciar una nueva etapa en mi vida, después de haber estado haciendo un trabajo personal desde hace ya algunos años.
Me ayudó a tomar consciencia de una serie de cambios a realizar para seguir avanzando en mi vida. Cambios en hábitos que estaban muy consolidados en mi, como el ser vegetariano durante 19 años, algo que realmente no me había planteado cambiar, porque tenía el convencimiento de que era la mejor opción…
Durante la sesión tuve una serie de sensaciones corporales y algunas visones bastante reveladoras para mi:
Cuando la música comenzó a sonar mi cuerpo empezó a llenarse de energía por todas partes y comencé a sentir una fuerza física enorme. Seguidamente se sucedieron una serie de visiones con mucha claridad. Me vi atravesando una pasarela llena de velas y antorchas, y percibía alrededor a entidades oscuras haciendo una especie de ritual.
Atravesé la pasarela y al final vi a un hombre musculoso encadenado y una enorme sensación de frustración e inmovilidad me invadió, porque sentía que ese hombre era yo en otra vida, y que mis enemigos habían realizado hechizos y magia negra para atraparme. Sentía que esa escena tenía mucha conexión con mi situación vital actual.
Pero de repente surgió una tremenda fuerza en mi interior y sentí cómo las cadenas se rompían.
En las siguientes imágenes vi a ese hombre con un hacha en la mano cabalgando al frente de un ejercito.
Después lo vi sentado junto a una mujer en un templo con columnas blancas, mucha luz y fuentes de agua.
Salí de la sesión con la determinación de comenzar a hacer ejercicios de musculación, artes marciales y volver a comer carne. Así lo hice y han pasado ya varios desde entonces.
A día de hoy me siento seguro de mí mismo y liberado.
TALLER EN CASA DE AZUR. San Pedro Alcántara (Málaga). Febrero del 2015 Dear Ignacio. How are you? It was very nice to meet you in the party, and I liked very much your healing music and the meditation. Just got a mail from Juan with your e-mail address, and understand that you would like to here about the distant healing which I think happened with my sister in law, through me, when you gave me the healing music on my left knee. You know when you gave me the healing music on my knee I was wondering why, because I don’t have any trouble with it, but I liked the music and the vibrations. My sister in law arrived here the Wednesday after we had met, for one week.---But she had called me some days before and told me that she thought she maybe would have to cancel, because she has had an operation one year ago and had overstrained her knee due to snow removing to her car!(this is Norway in the winter!!) I told her to go and get acupuncture on Monday because everything is closed during the weekend. Anyhow, I meet you on Sunday, the day before in the party, and you gave me the healing music-.---So she told me when she came here that on Sunday afternoon(!!) suddenly her knee became so much better and she could walk on it again, but went also to get acupuncture as I had told her. She had been thinking of having a wheel chair assistance on the airports, but she had no problems anymore, she walked alone to and from the plane, and also here, all the time here! Then suddenly when she told me this I remembered the healing music you gave, and my wondering why you gave me healing on my left knee .So I asked her which knee it was and what time..........,and that’s the story. Well, I don’t know if I have been able to tell the story so you can understand it, but please call me if you like. And because I have been working so many years with "natural" medicine and have seen so many amazing things happened I have no doubt that the healing you gave me was for her. All the best to you and thank you!
EXPERIENCIA EN EL TALLER DE MÚSICA SUFÍ SANADORA DEL 28 DE ABRIL DEL 2017 EN TORREMOLINOS (MÁLAGA) Comienzo como una pequeña hoja cayendo de una árbol. Esta vez la hoja no está seca, sino que es verde. Me balanceo en el viento y veo tejados de casas en el campo, un campo con flores. Es primavera.Siempre caigo en el mismo pequeño arroyo que conocí allá en los Pirineos, aquella mañana que paseamos con las niñas. La primera vez que vi un pequeño arroyo ¡que tenía peces! Y se los enseñaba a mis pequeñas hijas como un regalo de la naturaleza, tan distinto al lugar donde habitábamos. El agua helada procedente del deshielo de la montaña, pero tan viva, te hacía querer seguir el curso del arroyo aguas abajo.
Cuando caigo en el agua siempre siento la misma sensación, el agua está fría y no me gusta cuando la toca mi espalda, pero me dejo llevar.
Al poco de fluir por el arroyo ya me siento contenta y veo en el lado izquierdo, unas piedras pequeñas y marrones, con algo de verdín, y recogidas por estas piedras, un grupo de hojas secas. Me acerco a ellas y les saludo animándolas a que se unan conmigo rio abajo y me siguen.
Somos ya un grupo que fluimos felices, riendo y dejándonos llevar por el agua y sus movimientos, como si de una atracción acuática se tratara.
Llegamos a una poza grande y profunda donde el agua está quieta y nos apoyamos flotando a un lado de ella, junto a la pared vertical de una roca de donde surgen muchas plantas, como yedra y culantrillos de pozo y en todo lo alto, una gran árbol , todo verde, que da sombra a la poza.
Descanso junto a la pared vertical y escucho la voz de unos niños jugando y riendo, me hacen sonreír. Soy feliz escuchándolos y viendo como saltan desde unas piedras cercanas a la poza, en bomba, cogiéndose las piernas. Veo a dos de ellos, pero siento que son más.
Miro arriba al árbol ,a contra luz, y una luz muy blanca me deslumbra. Junto a esa luz un colibrí agitando sus alas. Cuando intento llegar hasta él me veo siendo una abeja, polinizando unas flores blancas que están junto a las casas de campo que vi al principio, cuando caía del árbol.
Seguidamente me veo nuevamente en la poza junto a la pared vertical de piedra y el agua me hace salir por un lateral cayendo por una cascada a un gran rio, ya en otra zona del mundo ¿tal vez Canadá?, es bravío y tienes muchas piedras blancas y grises, está rodeado de pinos y abetos , y a lo lejos hay unas montañas muy elevadas, con algo de nieve en la cima.
No llego a caer al agua sino que arranco a volar como una abeja, o tal vez una libélula, y sigo el curso del rio hasta llegar al valle de las hadas, ese lugar maravilloso que existe en la isla de Skye en Escocia, donde estuve hace dos veranos.
Estoy en el centro del valle en persona y siento como existen mas ¿personas?, ¿almas?, a mi alrededor y comienzo a danzar, abriendo las manos y todas lo hacemos en una unión común, es como si algo invisible nos uniera y fuéramos cada una de nosotras una nota de una melodía y aunque no veo a nadie, me siento feliz, acompañada, en medio de ese valle tan verde, tan lleno de energía.
Se desvanece esa imagen y veo una fuente como las de la Alhambra, en el suelo. Yo soy esa fuente, porque desde el suelo observo que estoy en medio de una gran habitación, es como si yo, como fuente tuviera ojos y observara la habitación donde existen muchas personas danzando alrededor con trajes blancos, hay una hoguera encendida al fondo de la sala y tras las ventanas de arcos se ve la noche estrellada.
Salgo de la fuente como una gota de agua y me incorporo a la danza y disfruto con ello, es como si levitara alrededor de la fuente junto con mas personas, esta vez si veo que son personas, hombres y mujeres, aunque no veo sus caras.
A continuación me veo en mi casa, donde vivo ahora, en la cocina, preparando algo para celebrar en el salón con mi familia. Es de noche y ya en el salón comienzo a bailar de nueva cogiéndome del brazo de mis hijas , danzamos como el baile griego, hay mas personas, tal vez sus novios pero no está mi marido. Corro a buscarlo al dormitorio, está sentado en la cama, él no baila, me mira y yo comienzo a bailar para él mirándolo a los ojos, es como si los dos bailáramos con la mirada, había una unión perfecta, no hacían falta las palabras.
Me desconecto y cuando vuelvo estoy en mi casa antigua donde murió mi padre pero no me apetece estar ahí, salgo por la terraza y me veo en el despacho del notario donde se vendió ese piso, veo a mis hermanos enojados y yo me siento mal, abandono el lugar, no quiero estar ahí.
Me veo nadando en un mar azul turquesa tras un gran pez que me remolca, voy a gran velocidad casi por la superficie, abajo hay corales pero no me detengo.
Tengo frio y empiezo a notar una brisa en la cara. A lo lejos veo a una mujer de espaldas, es como una casa de campo, todo lo que la rodea y ella misma es gris azulado o color plata, metálico, está en alto, salto un riachuelo y llego hasta allí, ¿Tata? ¿eres tú?, me emociono y lloro, me siento en paz a su lado. Ella trabaja como al lado de una fuente o ¿ es un horno? y sigue de espaldas a mi y le digo tata quiero quedarme aquí, contigo, le imploro.
Ella me contesta no puedes, tienes que trabajar mucho.
La brisa se hace mas fuerte en mi cara, como si se abriera una ventana y suspiro hondo conformándome y diciéndole, entonces ayúdame, yo no puedo sola.
Esa brisa en la cara me reconforta y me veo en el fondo de una cueva danzando con mi padre y mi madre. Atrás, otra vez una hoguera. Desde arriba, asomados nos observan mis hermanos, no hago caso. Yo soy feliz danzando como una niña junto a mis padres, también jóvenes. Doy gracias, gracias, gracias, porque sé que me va a ayudar.
Desconecto ya del todo y después de un rato me veo en la puerta de una caverna, entrando. Está oscura y penetro hacia ella pero no veo nada, continuo y desconecto del todo. No tengo miedo, me siento agradecida.
Siguen sonando los cuencos tibetanos, me limito a escuchar y todo mi cuerpo, empezando por los pies empieza a tener espasmos, por las piernas, glúteos y espalda. Me relajo, me siento reconfortada.
EXPERIENCIA EN UNA SESIÓN DE MÚSICA SUFÍ SANADORA Con la música que Ignacio tocaba para mí podía sumergirme en un espacio alternativo. Mi pensamiento se fundía en el aire y volaba hacia una fuente de energía algo alejada. No era un lugar de colores o formas físicas, más bien era un espacio en el cuál se acumulaba una especie de energía, de amor superior. Y allí permanecía yo por un tiempo, aprendiendo de esa energía para volver de nuevo a mí, como un genio vuelve alegre a su lámpara haciendo sus piruetas en el aire. Una vez en mí, yo me podía mostrar a los demás como aquella energía de amor que había recibido de mi viaje. Era posible ser libre de esa manera, libre para hacer o deshacer según mis intenciones, siempre que mis actos estuvieran basados en este tipo de energía maestra. Al tiempo, todo tipo de vivencias positivas y de regalos para el alma venían a mí. Tanto agradecimiento se convertía en una nueva fuente de energía que me inundaba y que llegada a un punto tenía que salir de mí, se proyectaba al exterior en forma de luz blanca intensa que fluía en todas las direcciones posibles. Aquellos que estaban a mi alrededor se beneficiaban de ella también.
EXPERIENCIA EN UN TALLER DE MUSICOTERAPIA ANDALUSÍ Y ORIENTAL EN XANIT HOSPITAL INTERNACIONAL 20/03/2015 Te cuento mi experiencia en la sesión de Música Sufí Sanadora de hoy en Xanit. Al principio de la sesión cuando tocabas la caña sufi, he comenzado a sentir como mis centros energéticos estaban siendo masajeados, la sensación ha ido desde el primer chakra hasta el cuarto.. Luego he comenzado a sentir como mi cuerpo físico se despegaba del suelo, al principio solo un poco. Puedo decir que estoy casi segura que me he despegado del suelo, aunque solo haya sido un milímetro...después he empezado a subir mas y más flotando en la habitación, y he seguido subiendo hasta salir del planeta. He quedado flotando en el cosmos, donde todo era increíblemente bonito pero como muy hostil. Entonces he mirado hacia nuestro planeta y podido contemplar la belleza. He podido sentir lo afortunados que somos de vivir en este planeta que nos da todo lo que necesitamos y también que nos abraza y nos acuna como una madre, que nos envuelve... si pudiéramos darnos cuenta de esto nos ahorraríamos tanto sufrimiento... He sentido la carencia de mi padre, y han comenzado a brotar lágrimas y lágrimas...he sentido su abrazo largo y cálido. Me ha mirado y me ha dicho que tengo que ser fuerte y valiente para hacer mi propio camino escribir mi propia historia. Que tengo una labor muy importante y que tengo que llevarla a cabo confiando en la vida. Es algo así como seca tus lágrimas de niña y conviértete en una mujer fuerte y empoderada para llevar a cabo tu labor de sanación... me ha empujado hacia arriba y de repente me he encontrado en un camino de tierra descalza y he comenzado a andar lento pero firme, sintiendo la tierra bajo mis pies. Continuaba andado sintiendo como empapaba la tierra de mi sangre menstrual sanando y nutriendo...luego ha aparecido mi pareja actual, me ha sonreído y hemos seguido caminando juntos...luego mi vientre ha empezado a crecer y a gestar una vida... al momento estaba sola y desnuda en la naturaleza dando a luz mientras las plantas y el pasto me servían de cama y me arropaban...como una leona rugiendo sintiéndome poderosa he dado la bienvenida a mi bebe, lo he puesto en mi pecho y he continuado caminando sintiendo un amor inmenso y una fuerza salvaje saliendo de lo más profundo de mi, como algo sobrehumano... Mientras tocabas los cuencos he sentido una sacudida que me ha hecho dar un salto, y luego el Om...que me ha hecho sentir escalofríos de la cabeza a los pies, cuanta verdad contenido en un solo sonido, en una sola palabra... La melodía del clarinete me ha absorbido totalmente he sentido como si la melodía y yo hiciéramos el amor, he sentido placer, me ha despertado la líbido pero desde la inocencia, ha sido como un baile, el baile de la vida que solo consiste en amar, es así de fácil y simple. Si amas todo es ligero, fluido, carente de ningún tipo de esfuerzo. Pero no tiene nada que ver con el amor, si no con el AMOR con mayúscula. Esa es la clave, es lo que resume todo lo anterior y con lo que me quedo. Y en ello estoy... Un millón de Gracias Otra experiencia que tuve en el evento a favor de Cudeca en Churriana: Me dolía la rodilla izquierda desde hacia varias semanas, la tenia hinchada...con la caña sufí empecé a sentir pinchazos y dolor de repente y me venían palabras e ideas a la cabeza: humildad, sencillez, más humildad...todo esto resonaba mucho en mi y sentí que era eso lo que tenia que trabajar. Al día siguiente el dolor disminuyó y al otro dejó de dolerme la rodilla por completo. En la misma sesión un bultito que me ha salido en el cara interna del antebrazo me empezó a dar pinchazos y más pinchazos, lo que se me pasaba por la mente es : Abraza la vida, tienes que abrazar la vida. Después he comprendido esto más profundamente. Más que abrazar la vida, hay que dejar que la vida haga, permitir que fluya a través de nosotros, convertirnos en instrumentos de la vida ( o Dios), desarrollar nuestros dones, nuestras virtudes, todo nuestro potencial pero no tenemos que hacer nada solo permitir que esto pase, vaciarnos... Muchísimas gracias Ignacio por el gran trabajo que realizas!! Nos vemos en la próxima, Un abrazo,
Experiencia en un taller de MÚSICA SUFÍ SANADORA el 27/05/2018 en las III JORNADAS DE SALUD de Casabermeja (Málaga) Esta vez empecé la sesión de música un poco agobiada, aunque quizá la última vez tuve una sensación parecida al principio también. Me encontraba incómoda por no tener suficiente espacio ni esterilla ni cojín y no podía parar de sentirme molesta por el ruido de los móviles en vibración e incluso los olores. La verdad que soy bastante sensible y tengo poca independencia de campo, pero en esta ocasión tenía miedo de ser incapaz de concentrarme y no disfrutar de la experiencia de un modo espiritual, ni siquiera musical. No fue así. Durante este tiempo de incomodidad, cuando conseguía escuchar de verdad la música, sentía mi cuerpo vibrar, sobre todo los párpados. Durante el resto de la sesión fueron los párpados los que más notaron la vibración siempre. La incomodidad llegó a un punto que empecé a sentir verdaderas náuseas, hasta tener un par de arcadas que me sacudieron ligeramente, lo cual me sorprendió mucho. Después de eso sentí mucha emoción y se me saltaron las lágrimas. El ney también me hizo llorar en la sesión anterior e Ignacio me dijo que había tocado unas notas que buscaban precisamente ayudar a expulsar lo malo, lo cual da bastante sentido a mi reacción.Con el siguiente instrumento, el Oud, empecé a ver cosas. Es una sensación extraña: en parte hago un esfuerzo por ver algo, por divagar, por liberar mi mente para que se me presenten imágenes, pero a la vez no puedo elegir cómo se presentan o el papel que juego en ellas, como si fuese un sueño; en ocasiones me esfuerzo por recrear o quedarme con esto o aquello, pero siempre ocurre bajo la guía de la música que suena. Con este instrumento de cuerda sentí muchas ganas de bailar, de mover mis extremidades y dar vueltas, y empecé a ver y a sentir como si yo lo fuese, una especie de elefante con torso humano de piel azul intenso que en lugar de brazos movía trompas al ritmo de la música, creo que eran seis. Estaba engalanado u ornamentado con detalles que se me antojaban hindús, toda su forma de hecho, por similitud con las ilustraciones en las cajas de inciensos y demás. Ignacio me dijo después que era un Dios de la India que yo no conocía. Además, es como si mientras contemplase yo tuviese otros ojos azules superpuestos, como el ojo turco o el que sale en los papiros egipcios. Era intermitente, como si se convirtiesen en mis ojos por momentos, y también me aparecía un tercer ojo entre ambos, no en la frente, que es donde suele situarse. Lo curioso es que esta especie de elefante, como influido por la luz amarillenta que me llegaba con los ojos cerrados de una lámpara, cambiaba su piel al naranja, y que después la visión se acercaba tanto a mí que se fundía con mi cuerpo tumbado, como si yo estuviese dentro de ese elefante humanoide azul como una muñeca rusa y me recubriese de una forma traslúcida. Más o menos al mismo tiempo veía delante de mí un elefante normal y corriente, con su piel gris, seca y rugosa, y pegaba mi rostro al suyo, sus ojos contra los míos, y acariciaba su trompa cerca de los ojos con un amor infinito. Miraba entonces sus patas anchas y pesadas, más parecidas a las mías azules que sentía en mi cuerpo traslúcidas, y veía como al pisar sobre tierra seca y soleada se levantaba polvo. Después empecé a ver a una mujer vestida de rojo con pelo negro bailando flamenco con mucha energía, levantando polvo de esa misma manera, pero no sabría identificar si me representaba a mí u a otra persona de la sala. En sí toda la experiencia ha tenido más paisajes desérticos o arenosos que la otra vez, países con sol como la India, Egipto y el Mediterráneo en general.
Con el siguiente instrumento, el Rebab, la dulzura me transmitió la imagen de una naranja dulce partida por la mitad y una rama con azahar, lo que acabó transformándose en un paisaje mediterráneo soleado desde una terraza bastante elevada con vistas al mar brillante. Hace un año escribí un poema ambientado en un paisaje muy similar. Sin embargo me dije: estás mirando solo a tu izquierda, donde ves esta estampa, pero atrévete a mirar hacia el otro lado. Giré la vista, lo cual me costó al principio, y encontré un paisaje también con acantilados altísimos que daban a una playa, pero con roca gris oscuro y un cielo del mismo color, que amenazaba con una tormenta terrible. Era un paisaje típico irlandés o escocés. Yo me decía que tenía que ser valiente y andar hacia este paisaje y bordeaba el acantilado. La hierba debajo de mis pies era verde y miraba a la playa con rocas desde arriba con seriedad y serenidad, y en cierto momento llevaba una capa, no sé si blanca o grisácea, como si fuese un druida, y pensé en un caballo blanco que apareció a mi lado y empecé a acariciarlo también con mucho amor. Pensé en que no sé montar a caballo en la vida real, por lo que me costaba visualizarlo, pero al final me vi por un instante montada ya abajo en la orilla, con las patas del caballo pisando las leves olas. Pero me dije que yo no era nadie para someter a ese animal así, como he leído en algún blog de santuario de animales, y me bajé para que caminara a mi lado, pero el caballo se fue. Yo era consciente de que seguramente se iría. Entonces sentí miedo porque pasaba debajo de pasadizos hechos de roca, que habían creado galerías junto al mar, todo abierto pero muy oscuro por el clima, y empecé a ver, no sé si era yo misma, una mujer con la capa color teja, parecida a la chica árabe de ojos verdes de esa famosísima fotografía. Sabía que la música iba a acabar y me alivié.
El siguiente sonido, la Lira, se me antojó muy dulce y la visión de flores de cerezo blancas y rosáceas empezó incluso antes de comenzar Ignacio a tocar, solo al cogerlo y escuchar la madera. El paisaje era japonés con una estética muy propia de los dibujos manga que veía de pequeña. La luz era muy blanca y los colores pastel. Había una chica japonesa muy guapa y amable y estábamos sentadas la una en frente de la otra. Me conduce a un bosque poco espeso que hay delante de la casa o jardín donde estábamos y me coge la mano con mucha dulzura. Su mano es cálida y delicada. Sin embargo, ya dentro del bosque, su cara se convierte en la de una especie de demonio, le salen colmillos largos, negros y afilados y abre la boca para mostrarlos varias veces. Paso mucho, muchísimo miedo. Otra cosa que se repite a lo largo de esta sesión es la negatividad relacionada con personajes muy femeninos. Yo, para defenderme, me convierto es una especie de colibrí gigante, con pico y patas negras y pelaje de los colores del gorrión. Me hago más grande que ella y me elevo. Con mis garras cojo el cielo como si fuese una tela y, conforme subo, transformo el paisaje en una noche estrellada y luminosa, con la luna llena o casi llena. Ese pájaro se posa encima de un acantilado desde donde se ve el bosque, ahora de abetos y más denso, donde se vislumbra el claro donde aparentemente había ocurrido todo. El pájaro es como un monarca, lleva corona o algo similar, y está junto al elefante azul mirando el claro con serenidad. La chica japonesa está abajo hecha un ovillo, como arrepentida de su propia naturaleza, pero yo no puedo ni quiero ayudarla. Me pregunto si el pájaro, que en parte soy yo, está solo en el mundo por tener una labor así, pero entiendo que no se siente solo: él se ocupa del cielo, él tiene el cielo nocturno con sus millones de estrellas, él se relaciona con el Universo entero. Es distinto a los demás, pero con el Universo no puede estar solo. A la derecha hay una figura femenina de blanco que no me muestra la cara, que va adquiriendo color hasta ser rubia y pálida, pero del rostro solo puedo ver facciones tipo manga poco realistas. A ratos me siento protagonista de lo que ocurre y, otras, espectadora, como si me acercase y me alejara a intervalos.
Con el siguiente instrumento, los cuencos, me sitúo en ese claro del bosque entre los abetos. Abrazo con un amor infinito al búho, más incluso que cuando acaricié al elefante y, pese a las garras y pico rapaces, sé que no me va a hacer daño a diferencia de los otros seres. Efectivamente no me lo hace y veo toda la dulzura escondida en un ser solitario que sale de noche y actúa como guardián, todo el cariño que necesita, y se me saltan las lágrimas. Este búho es realmente el colibrí marrón gigante. Me subo a su espalda, lo abrazo de todas las formas posibles, lo acaricio. Me empiezo a ver encima del acantilado y me siento en parte pájaro, como si su figura se fusionase con la del elefante azul y la mía propia, porque era yo. Tres seres en uno. Puedo visualizar las plumas marrones en mi cuerpo tumbado en la esterilla, aunque no me envuelve por completo como el elefante. Cabe destacar que, hace tres años, en una terapia grupal de un proyecto en Alemania que duró dos semanas, hicimos un ejercicio en que los demás tenían que marcar en una hoja a qué animal nos asemejábamos, basándonos en las características escritas sobre cada uno en un papel y en lo que conocíamos a la persona. Al búho lo describían como un intelectual, muy sabio, pero melancólico, solitario, engreído. Yo, que siempre he sido muy intelectual y aparentemente con un auto concepto regular, me veía así. Para mi sorpresa, casi por unanimidad me calificaron de pavo real: bello, le gusta ser el centro de atención, emocional, crea lazos fuertes con los demás. Esto me afectó mucho en su día y creo que guarda relación. Estando en el acantilado, a la derecha estaba la mujer de blanco, ahora humana, con una corona de estrellas y vestido de gasa, resplandeciente a la luz de la luna, a la cual miraba. Le empiezo a preguntar quién es, si soy yo, si es una parte de mí, le pido que me mire y, ante su actitud de silencio e ignorancia premeditada me pongo a gritarle, al tiempo que ella se muestra también de forma demoníaca. Me acerco a ella y ante mi voz se funde con la hierba del acantilado como si se derritiese, y veo que solo queda una especie de piel de todo lo que era la imagen, una cáscara, un tejido. Sin embargo, vuelve a aparecer a la derecha algo más lejos, y le vuelvo a preguntar quién es. Llego a la conclusión de que está obsesionada con la luna y que su luz es un reflejo, no es propia, como la de la luna, mientras que el pájaro tiene las estrellas, que brillan con luz propia. No me interesa más, me quedo con el pájaro y el elefante, que están a la izquierda, los admiro mucho más en sus formas más toscas, naturales y masculinas que a esa belleza frágil y falsa. Aquí vemos ese rechazo a la feminidad clásica que mencioné.
Cuando empecé a escuchar el clarinete turco, me vi a mí misma más delgada y morena pero fibrosa, sana, seguida detrás silenciosamente por un elefante azul enorme, mucho más grande que yo, como si me protegiese. Seguía mis pasos. Yo me siento muy fuerte, ando descalza y con poca ropa, como tribal, sobre un suelo de tierra seca. De nuevo un paisaje más bien desértico. Cuando llega Ignacio cerca de mí, siento cómo me recorre de arriba abajo y se me vienen dos palabras: sistema linfático. Se me vino a la mente que mis problemas de salud venían por el sistema linfático y que guardaba relación con lo que había engordado en los últimos tres años. Yo estudio Traducción y no tengo mucha idea de esto, creía que se trataba de cosas de hormonas, pero no. Me informaré sobre el tema y me haré alguna prueba si la veo oportuna, yo tomo Propanolol para la circulación pero no parece ser de lo mismo. Ya en este último rato estaba menos concentrada, sentí que ya sabía que había visto lo que tenía que ver. Al final me visualicé vestida como una sultana árabe o algo así en un patio de mármol blanco con una fuente central. Me recostaba y bailaba. Tenía una especie de diadema de oro tipo egipcio con una serpiente. Lo último que vi fue mi cabeza convertirse en la de una esfinge, la de un faraón, una esfinge de oro con detalles azul oscuro en la cabeza.
Experiencia en el Taller de MÚSICA SUFÍ SANDORA del 18 de julio de 2019 en el Centro Agape de MálagaEn la sesión musical he visto muchos colores, y he sentido muchas cosas por las piernas y espalda.
Luego vi a un sufí girando con un vestido blanco, su vestido era muy grande y giraba con perfección, luego vi una escuela sufí com muchos chicos jóvenes de unos 15 años, de apariencia árabe. Estaban aprendiendo el sufismo. creo que yo era uno de los chicos.
Luego cuando empezaste a cantar vi algo como un tubo muy grande que salía de tu garganta hasta el cielo, estaba hecho de piel de cobra, un color verde oscuro. Luego vi un pozo en el suelo, era muy profundo y negro, metí la cabeza adentro para ver más y vi que las paredes del pozo también eran hechos de la misma piel de cobra que salía de tu voz.
Luego en el principio me a dolido el corazón, un dolor fuerte, me quede incómoda. No era un dolor de sufrimiento pero si un dolor físico, me quede así hasta el final. Nunca me duele el corazón (en el aspecto físico).
También me ha dado un gran sentimiento de gratitud por la música, que estaba presente para sanar y que nadie da las gracias a ella. Fue muy bonito. Y también gratitud a ti que la tocabas.
Desde ayer por la noche estoy teniendo muchos insights de cosas para hacer, ideas, etc también ayer por la noche he tenido muchos sueños vividos, con muchos colores.
RESPUESTA de Ignacio:Gracias por compartirme tu experiencia, es preciosa y muy interesante.Te comento algo acerca de lo que has experimentado.La energía que notabas por piernas y espalda era la energía de la tierra y del cielo pasando a través de ti para armonizarte.El derviche girando tiene ese simbolismo, el de unir el cielo y la tierra, con esa danza se traen las bendiciones de Dios al corazón del que danza y desde ahí se reparten a la tierra y a la humanidad. Ese vestido blanco es una mortaja ( la ropa que ponen a alguien que ha muerto) porque es un símbolo de alguien que a muerto a una realidad densa y ha abandonado su ego para nacer a otra realidad más sutil y luminosa. Por eso en el sufismo se dice que hay que morir antes de morir.Lo de la escuela sufí que has visto es muy interesante, porque ayer se me olvidó decir que voy a crear una escuela de Música para la Unidad para empezar a enseñar acerca de la Música Sufí y el trabajo interior a la vez que se aprende a tocar instrumentos orientales y a usar la voz. No llegué a decirlo pero tu recibiste esa información muy claramente.Lo del tubo hecho de piel de serpiente también es muy interesante, y tiene también relación con crear ese canal entre el cielo y la tierra, es lo que dije del ney como símbolo del ser humano perfecto. La serpiente era el símbolo de la sanación en los templos de Asclepion (El dios griego de la medicina) donde se hacían rituales de sanación como el de ayer, y también era el símbolo de la sanación en los hospitales islámicos donde se usaba la música para sanar. Porque la serpiente cambia la piel para crecer, por eso la enfermedad es una oportunidad para evolucionar.Y la clave de todo ese trabajo de unificación está en el corazón. el sufismo considera que es lo más importante, porque es el templo de la chispa divina en cada uno de nosotros, por eso sentías que el corazón se te estaba abriendo.La primera escala que toqué con el Ney era para estimular la creatividad y la inspiración, y para traer información de algo nuevo. Crea nuevas sinapsis neuronales en el hemisferio derecho tal y como expliqué en el taller, y eso provoca una nueva visión de las cosas, claridad y conexión con la parte espiritual, por eso estás experimentando todo eso en sueños y te vienen ideas nuevas.Me alegro mucho de que hayas incorporado tan bien al información energética.Ya dije ayer que esta experiencia trae cambios e inicia un proceso de despertar. Ya estás viéndolo.
EXPERIENCIA EN SESIÓN PRIVADA POR SKYPE con Donosti en julio del 2017 Hace CASI DOS MESES QUE RECIBI mi primera sesión individual de musicoterapia oriental con Ignacio Bejar. Los eventos que han acontecido desde entonces han sido numerosos, significativos procesos de sanación que trataré de escribir con detalle a continuación: Sesion: Me tumbo, y comienza la música, el dulce sonido del ney me va acompañando en una relajación más y más profunda. Mi mente está agitada aún por lo que me dirijo interiormente ordenando a mi mente que “deje de hacer cualquier tipo de esfuerzo aquí y ahora” (indicación que utilizo habitualmente en mis sesiones de meditación para entrar en calma). Voy entrando en contacto más intimo con mis sensaciones corporales, revelando esquemas posturales cristalizados que responden a bloqueos en mi sistema. Dirijo mi atención a observar, “entrar” en estos bloqueos en la medida que me es posible y no me requiere esfuerzo ni produce crispación. En mi visión interior se suceden imágenes de insectos, garrapatas que habitaban en mi corazón y salen hacia fuera, drena un liquido purulento, porquería que se va vaciando de mi corazón, suciedad que percibo estaba alojada desde hace mucho tiempo. Relacionado con esto mis manos y brazos y piernas van liberando tensiones acumuladas. Y bostezos y suspiros indican que me sistema continúa liberando tensión acumulada. Sigo observando la respiración, focalizo mi atención en la respiración continuamente. Cuando la mente me atrapa y pierdo presencia anclo una y otra vez en la respiración y en la escucha de la música que suena. Mi cuerpo continúa relajándose, mi mente se calma más, y mi conciencia va profundizando en la percepción del ser. Se suceden diversas imágenes, una estructura metálica del estilo de un alambre retorcido aprisiona mi corazón, el percibirlo consigo liberarme de este, flores de loto surgen en la percepción de la imagen interior. La emoción me sacude, una convulsión que sacude todo mi cuerpo hace despegar las piernas del plano del suelo donde estoy tumbado, vigorosa tos surge de lo profundo de mis pulmones, que al terminar trae un suspiro profundo y un llanto antiguo de dolor. En seguida vienen a mi memoria mi madre y mi abuelo, su padre, a quien no conocí puesto que falleció cuando mi madre tenía 21 años. Un destino duro el que tu padre muera siendo tan joven. Es difícil y más en aquella época vivir plenamente el duelo de manera que sea transmutado plenamente y no deje rastro traumático. Nunca vi a mi madre llorar, únicamente en la muerte de su marido mi padre. Entro a liberar esa emoción, el llanto desgarrador de la muerte de mi abuelo, dolor emocional que venía desde entonces surge en mi con gran apertura de espacio en el pecho y liberación en la zona dorsal media interescapular. Tras esta fase y en el transcurso van cambiando los instrumentos, y diferentes fases generan distintas sensaciones corporales. Mi timo, en el pecho, en la parte superior del esternón, toma presencia, está tenso, se revela como un alfiletero de una costurera (mi madre era modista), con inifindad de alfileres sobre la almohadilla de la tapa que a su vez era mi glándula timo. Al comenzar a liberarse esos alfileres adquieren la disposición de la cadena del ADN, cadena que en su espiral se va desmontando. Produciendo una sensación de gran liberación y alivio. La emoción ha cedido y da paso a la comprensión de que algo muy profundo está sanado en mi. He tenido una recodificación de mi ADN, una marca muy profunda y antigua que llevaba en mi sistema familiar por el duelo no completado que marcó mi infancia grabando que recibí bastante poca nutrición afectiva. Esta es una sesión de las que marcan un antes y un después. Termina la sesión. Han pasado un monton de instrumentos, melodías que han permitido reposar a mi alma, confiada, que han redondeado las esquinas que tenían a mi espitiru acogotado. Un trabajo dulce, profundo y potentemente transformador. Tres semanas después: En sincronía con otro trabajo de autoconocimiento mi madre desarrolla una infección en su pierna, una celulitis que de vez en cuando le ha afectado. Provocando altas fiebres, un proceso que tarda varias semanas en curarse. Curiosas coincidencias. Tras tomar los antibióticos que le prescribió el medico, la infección cede y todo aparentemente mejora. Sin embargo a los días desarrolla una lumbalgia aguda que le impide mantenerse erecta y llevar una vida autónoma. No responde a los tratamientos con paracetamol, y está rabiosa por el dolor y la impotencia. Le propongo realizar un tratamiento osteopático, pero no hay manera de entrar, los tejidos no responden. Está muy afectada y los test que realizo indican una saturación de toxicidad metabólica. Le propongo que realice una dieta depurativa durante tres días, y al tercer día le trato de nuevo. Los tejido han cambiado enormemente responden en seguida al tratamiento, aceptando liberar las estructuras que estaban atrapadas, y que anteriormente no había manera de acceder a ellas. Ella está relajada, tumbada en la camilla en relajación profunda. Entro en contacto con una tristeza profunda y comienzan a brotar lágrimas de dolor, sin drama ni sufrimiento, los tejidos me muestran el camino a liberar la pierna, que presenta edema crónico desde que yo nací (una flebitis que desarrolló mi madre hizo que interrumpiesen mi amamantamiento a la semana de haber nacido). Suena en la sala música devocional hacia la madre divina, los tejidos se liberan y continúan brotando lagrimas, ahora de gratitud, hacia mi madre, hacia La Madre. Siento muy vivida le experiencia de haber sido querido, de haber recibido lo que necesitaba, de gratitud hacia esta mujer que con 7 hijos, yo el sexto, siempre ha tenido un ojo protector y nutricio, pendiente de lo que hacía o dejaba de hacer. Estoy sanando una rama de mi árbol genealógico, que atañe a todo mi clan, un trauma antiguo se sana y todo adquiere un orden más armónico. M.C. se levanta feliz, sonriente relajada, aun hay molestias lumbares pero su postura ha mejorado notablemente. Transcurrirán varios días de asimilación mientras el cuerpo realiza sus ajustes para adaptarse a la nueva situación y que la lumbalgia sea parte del pasado. A las seis semanas percibo que mis hombros están más enraizados, siempre tuve los hombros encogidos; y mi pecho más expandido a la vez que la sensación de atrapamiento en la zona dorsal media ha disminuido notablemente. Es hora de mi siguiente sesión de musicoterapia.
Experiencia en el Torcal de Antequera en 2018 Sobre Ignacio Béjar....necesito decir algo.... Invitado por un amigo en común, Sebastián, que me dijo que mucha gente le había cambiado la vida... Después de su concierto en el Torcal de Antequera dos semanas después tuve un accidente grave y mi vida cambió por completo....cerré las empresas...cambié de país y actualmente vivo aquí por mas de 3 años y formé una familia. La verdad que no caí hasta tiempo después que me dejó perplejo al pensar después de mucho tiempo que todo el cambio fuerte fue a raíz de aquel concierto. Por lo tanto lo aconsejo para bien, desde mi experiencia, y quisiera agradecer a Ignacio ahora lo que me aportó sin tener conocimiento de aquello que nos ofreció. Gracias inmensas.
EXPERIENCIA EN EL TORCAL "Hace tiempo que quiero escribir sobre mis experiencias con las sesiones de ignacio Béjar. He participado en algunas sesiones grupales y algunas individuales y en todos los casos he de decir que he tenido experiencias significativas en cuanto a visiones y en otras ocasiones, sensaciones. Me gustaría recordar una experiencia en el Torcal de Antequera una luna llena de verano, inolvidable, fue una experiencia en la que sentí y visualice una nave por encima de nosotros, me monte en ella y me llevaron a un viaje increíble. Reconecte con tribus ancestrales y antepasados galácticos, fundiendo nuestras energías en una cámara allí en la nave. Me llevaron a otra constelacion, a otro planeta y me enseñaron cosas que eran necesarias recordar para mí evolución. Fue una experiencia muy profunda y extensa. A los 2 días de esa experiencia, una relación tóxica de pareja que tenía en esos momentos se terminó. Y ese fue el comienzo de una nueva etapa en mi vida. A nivel espiritual se produjo un gran salto en mí. ha pasado casi un año y medio desde entonces, y alguna sesión individual más, más mi trabajo interior diario, y ahora puedo decir que estoy en un momento diferente, más avanzada espiritualmente, más en paz conmigo misma y más coherente en las decisiones importantes que tomo cada día. La música canalizada desde el alma en coherencia puede llevarte a lugares donde tu alma necesita viajar, siendo ésta el vehículo que te empuja más lejos y más profundo dentro de ti. Luego ya todo depende de tu compromiso contigo y de los pasos que decidas dar en tu vida. De tu capacidad de acción, para manifestar todas esas maravillosas experiencias en la materia.
EXPERIENCIA EN EL RETIRO SUFÍ EN CARTAMA (Agosto de 2021)
Lo primero que tengo que decirte es que el titulo de tu CD ( HACIA LA LUZ) está muy acertado porque tu música lleva a la gente hacia la Luz, es una música con alma, hecha desde el corazón y que sirve de canal entre el cielo y la tierra para elevar la vibración de todo aquel que la escucha
Me gustaría hacerte un resumen de lo que he vivido estos días en el retiro, pero no se si acertaré a describirlo correctamente.
En principio te diré que en mi ha sanado mi parte corporal enferma que era el tema de la garganta, porque he recuperado mi voz que había perdido y tuve la revelación del porque.
Cuando nos mostraste la foto de la glotis que parece una vagina lo tuve claro, mis problemas de expresión oral, el atragantarme y odiar el sexo oral con mi marido, se debió a la extirpación de mi útero, algo que me trajo muchos problemas matrimoniales y sexuales por los que dejé de cantar y expresarme
Mi madre me enseño a cantar porque ella se pasaba el día cantando y aunque yo no lo hacia tan bien como ella, siempre me ha hecho sacar mi lado musical tarareando cosas que me inventaba, hasta esa operación que me dejó la voz apagada y casi sin expresión
No sabia lo importante que era la música en mi vida hasta que se me reveló en el retiro!
Durante la parte de Musicoterapia Sufí antes de conocer lo que te he contado sentí que el colgante que llevaba se me fue a la garganta y se quedó como ahogándome pero no me moví para ver que pasaba y lo que sucedió fue algo imposible de describir, pero lo voy a intentar
Lo primero es que me sumergí en la música como si fuera yo misma, con el ney, el corazón se me fue a la garganta de pura emoción y se derritió como mantequilla caliente de puro sentimiento, no quería que terminase y rogaba, no pares por favor....sigue sonando para darme vida…
Con el 2º instrumento, que no se si fue el clarinete, sentí un desgarro del alma y percibí claramente porqué...Era la separación, la ausencia de ese algo intangible y eterno que sigue vivo ahí dentro de mi..,Después vino el abrazo y el reencuentro en el siguiente estadio emocional que es cuando sentí la música abrazándome literalmente, la chica a mi lado dijo que le habían tocado el pie...Fue algo grandioso y difícil de describir, solo se que todo el proceso duró un segundo y no quería que acabase..No tuve visiones, ni imágenes, solo luz de miles de tonalidades desde el verde pálido al rojo intenso y un agua cristalina que corría desde una fuente muy caudalosa hasta hacerse río…
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Hola Ignacio, retomo lo que te estaba contando de mis impresiones del encuentro mágico. Cuando nos propusiste cantar nuestros nombres, sentí que estaba recuperando mi voz, retrocedí a mi adolescencia cuando improvisaba canciones, por eso di las gracias y me salió una especie de oración cantando mi nombre, más tarde al cantar los zhikrs noté en muchos momentos que cantábamos al unísono, creándose una energía que parecía circular entre nosotros creando una armonía y sincronías milagrosas ya que éramos gente desconocida que cantaba junta por primera vez y la mayoría de nosotros analfabetos musicales.
Después en el canto libre, al improvisar vi que mis cuerdas vocales respondían y eso me dio una gran alegría ya que a partir de ahora podré volver a cantar como antes, El problema serán los vecinos....! Y cuando cantamos juntos los mantras de las 3 religiones tuve una especie de visión rogando por la unidad de las tres religiones monoteístas! Se acabaría con el problema de Oriente Medio y los conflictos religiosos de judíos y musulmanes. Se podría convivir en paz y armonía como se hacia aquí en la Edad Media. Ahí vislumbre lo que hay de potencial en la palabra Unidad, seria el principio del cambio de paradigma para la humanidad. Me pregunto: Habra en los textos antiguos o en las tradiciones sufis algo referido a esta realización utópica de unidad entre las tres religiones?...tienes alguna información sobre este tema?
Del encuentro solo me queda mencionarte lo del baile. Desde el principio noté como la energía iba creciendo dentro de mi y me eche a volar hacia la luz todo el rato, con alas, libre, casi flotando, sintiendo la energía de la música siempre en espiral, sintiéndome caña mecida por el viento, sin cansancio ni medida del tiempo, tan ligera como una pluma.....Así hasta el final.
Por ultimo mencionarte la extraña coincidencia que observé al mirar el folio que nos pasamos de unos a otros en el que había pequeñas cuadriculas con formas diferentes, vi que en una de ellas estaban las ondas que vi en mi sueño-visión de antes del encuentro, eran iguales, horizontales y del mismo distanciamiento unas de otras, la diferencia estaban en negro y yo las vi color naranja
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Hola de nuevo Ignacio, tengo la necesidad de comentarte dos cosas, una sobre tu música y otra sobre una visión-sueño nueva.
Lo que me pasa con tu música es como si me hubiese poseído, ya no se cual de los tres CDs tuyo me gusta más, se han hecho uno solo y aunque no la escuche literalmente, estoy escuchándola interiormente a todas horas, diría que incluso durmiendo porque en cuanto despierto puedo seguir escuchándola y tarareándola. Es algo muy extraño, me siento como una cometa, que esta sujeta del hilo y que en un descuido de la mano puede salir volando hacia arriba. También a causa de esto le pongo atención a cosas insignificantes de la vida y a las que antes ni veía, como esas motas de polvo que revolotean en una habitación y solo se ven si pasan a través de un rayo de sol que entra por la ventana, de lo contrario son invisibles.
En cuanto a la visión-sueño es mas extraña si cabe. Son unas laminas mas parecidas a la tela que al papel suspendidas en el aire y que van pasando y superponiéndose una a otra con una velocidad como de un movimiento de párpados al abrir y cerrar los ojos.Se suceden una a otra ininterrumpidamente y están escritas con una clase de letra que parecen más bien impresas por alguna máquina muy potente porque están muy marcadas, son negras como de carbon o rotulador muy negro. Es una caligrafía extraña porque son todas del mismo tamaño y del mismo grosor, no sobresalen, ni destacan las unas de las otras, son redondeadas y curvas, no tienen entrantes o salientes de la linea y son totalmente ininteligibles, yo intento descifrar algún idioma y me aproximo todo lo posible, pero me es imposible descifrar nada, no reconozco ni una sola letra, dada la velocidad a la q pasan las láminas, creo poder distinguir algún parecido con la Q, la R ,la B, o la O, pero solo parecido. Este desfile de escritura rara y extraña duro bastante tiempo hasta que desapareció.
Me ha dejado tan intrigada que no he tenido mas remedio que contártelo por si tu puedes encontrar alguna explicación o interpretación.
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5 de septiembre de 2021
Buenos días Ignacio."Vivo sin vivir en mi",como decía Sta. Teresa. Cada día me sorprendo más con las pequeñas cosas que la vida diaria me va mostrando; me siento mas empática con todo a mi alrededor, parece que detecto como si tuviera un radar, las necesidades de la gente más cercana y siento que puedo ayudarles de alguna manera….Luego, si me baño en el mar y hay oleaje no me da miedo, siento que formo parte de él, y las olas no me pueden dañar, cuando se aproximan a mi se suavizan y me rozan con toda suavidad...Si me siento a comer y se acercan los gorriones, parece como si me miraran y yo fuera uno de ellos....En fin, mi sensibilidad se ha disparado y esta al cien por cien activada. Antes solo me pasaba con la música, pero ahora siento que la música lo impregna todo, o que todo es música. Siento que todo se convierte en una espacie de imán irresistible que me atrae. Hasta mis costumbres están cambiando...Ahora me gusta mas ver salir el sol, o sentarme ensimismada mirando las estrellas, que quedándome en la cama o ver una película. Tengo más impulso hacia la lectura, la escritura o la meditación y siento que la soledad es mi benefactora porque me permite conectar con mi ser interior,
Quiero seguir este camino iluminado que espero que no sea pasajero, porque el de antes ya no me gusta.
Y la verdad es que estás en lo cierto en cuanto a lo del maestro...Creo que en un momento dado todo el mundo puede ser el maestro y que las enseñanzas, más bien hay que recordarlas en lugar de aprenderlas. De todas formas, seguirás siendo mi referente, porque gracias a tu música, tu escucha y tus enseñanzas, esto que siento y vivo se ha puesto de manifiesto, y me ha servido de puente para elevar mi vibración interior, así que una vez mas gracias, hermano del alma por haberte encontrado, nos seguiremos saludando en el camino de vuelta a casa.
Un abrazo sincero desde mi corazón😄💓
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8 de septiembre de 2021
! Como fuerte mano que agarra la rienda del corcel para evitar su desbocado trote y acaba sosegándolo hasta conseguir su elegante, tranquilo y rítmico paso!
! Como la fina e insistente lluvia que limpia y vivifica las desnutridas y secas hojas de arboles y plantas en un caluroso mes de verano!
! Como la constante e incansable noria saca la nutritiva y apacible agua del riachuelo y la derrama sobre los áridos campos!
!Como el arco iris que aparece detrás de las montañas, después de una atronadora tormenta de rayos y truenos y esparce su luz de destellos de mil colores sobre la tarde sombría y húmeda!
Así ha sido mi viaje iniciático en este camino ya conocido pero olvidado en los laberintos del incierto destino.
Al llegar a la Certidumbre con el fondo de la música se han rasgado los velos!
!Pero aún me quedan tres grandes pasos que dar: El de la comunicación de la buena nueva, el de la clarividencia y seguridad y por ultimo y más importante, el del reencuentro en la Unidad!
Buenos días Ignacio, te envío otra de mis reflexiones por si ves bien incluirla en los testimonios .
__ Reencontrando el Camino___
He reencontrado de nuevo el Camino, cuando ya estaba resignada a no encontrarlo, ese camino es el del Amor Incondicional y la Entrega absoluta.
Llegue a este mundo con un objetivo: AMAR, pero erre en la apreciación de creer que era en una relación de pareja entre hombre y mujer donde lo encontraría y que el amar y ser correspondida era lo que me haría lograr ese objetivo. Aprendí amando platónicamente y haciendo una ofrenda de ese amor, y estoy cerrando la ultima etapa de mi vida haciendo el circulo perfecto al volver a la misma experiencia.Quise venir a experimentar toda clase de amores, a vivirlo todo con intensidad: Al ser humano en mayúsculas, a los animales, a las plantas, árboles y seres inertes. Pensé que antes que humana había sido piedra, árbol, brizna de hierba, gato, perro, pájaro y por fin persona, mi identificación y empatía con ellos ha sido una forma constante de relacionarme con la realidad existente, siempre me atrajo mas el mendigo que el ejecutivo adinerado, siempre he acogido a un animal abandonado antes que a uno de tienda de animales, he visto la sutileza de una pequeña flor insignificante y no tanto la deslumbrante belleza y el embriagador perfume de una rosa.
Ahora se que el sentimiento y emoción profunda que me conmueve y que es innata en mi desde mi nacimiento procede de una enseñanza mística que no fue heredada, ni enseñada en el seno de una familia, sino que ya la traía grabada en mis células y en mi ADN, no se sabe bien de que misteriosa forma; es como si esa enseñanza hubiera estado impresa pero no fijada y que ahora milagrosamente ha sido revelada.
Creo que hay una consigna Sufi de Rumi que es que "Quien no prueba, no sabe" y esa ha sido mi consigna en la vida, experimentarlo todo, arriesgarme con todo, aunque fuera dar un salto al vacío sin saber que había debajo; un experimentar amores, trabajos, grupos y etapas diferentes, personas que aparecían en mi vida...A veces para unas horas, otras para una temporada y otras para toda la vida, me atrevería a decir para toda la eternidad.Incluso los espacios. Nunca me preocupó cambiar de casa, de ciudad o de ambiente, incluso experimentar la soledad. Mi vida ha sido un puro experimento, nunca dije no a lo que ella me traía y todas las situaciones por difíciles que fueran, me han servido para crecer y tener seguridad en mi misma, siempre creí que la base de la felicidad era estar contenta con una misma y por regla general he buscado el conocimiento dentro de mi ,sabia que la única persona que nunca me fallaría era yo y que encontraría las respuestas y la serenidad en mi ser interior, que me proporcionaba la paz interior que necesitaba para seguir adelante.
El año pasado cuando escribí el resumen de mi vida, le puse como titulo:"Y eso era todo?" Estaba claro que no. La vida ha vuelto a revelarme que aun no ha terminado todo para mi. Pedí hace mucho no irme de este plano humano sin algo que llevarme en las manos, no quería que se fuesen vacías, pedí algo mas de tiempo para llenarlas y ahora tengo la certeza de que me ha sido concedido. No se que me espera....hay algo de vértigo en lo que vislumbro.
Todo esto, lo había olvidado y vivía en la inconsciencia, he tenido que hacer un viaje en el tiempo y mirar desde aquí y ahora y he llegado a la conclusión que me estaba perdiendo a mi misma. Había perdido la la ingenuidad y la pureza de la niñez, la creatividad y la lucidez de mi adolescencia, mis dotes naturales se habían difuminado de tal manera que creía no volver nunca a recuperarlos. Sin embargo Dios ha querido que lo reencuentre a El y a todas las bendiciones que me concedió el día de mi nacimiento
Gracias a Su intermediación, he tenido la suerte de encontrar el resorte mágico que me ha vuelto a conectar. Ese resorte mágico ha sido la música, pero no una música cualquiera, es la MÚSICA, con mayusculas, una música con alma hecha desde el corazón, que sirve de canal entre cielo y tierra para elevar la vibración y la consciencia del que la escucha y unir los corazones en uno solo. Es una música sufí interpretada por Ignacio Béjar, un mago que hace que en sus manos, el Ney, el Clarinete turco, el Laud y tantos otros instrumentos se conviertan en varitas mágicas que hacen aflorar el corazón y la esencia divina que cada persona porta en su interior. Pero es una música que hay que escuchar en silencio y desde lo mas profundo del ser para que haga ese efecto sanador y transmutador, no solo es una música para los oídos, es una música para viajar a lo mas recóndito del Alma y encontrar allí, aquello que siempre se había buscado, la vibración del Amor, el consuelo del Corazon y la caricia de Amado. Es una música que acaricia, que abraza, que sacia, que acuna como la mas amorosa y tierna madre y que penetra tan profundamente que ya no puedes dejar de oírla en tu interior en ningún momento. Podría definirla como una droga divina sin efectos secundarios, o mejor dicho con efectos sanadores y de purificación.
Así desde mi mas humilde opinión, la recomiendo como el mejor tratamiento para curar tanto las heridas del cuerpo como las del alma.Y doy las las Gracias a Dios por haberla puesto en mi camino, que espero que sea el de muchos mas...Gracias por escuchar.
EXPERIENCIA DE MARIANA. Enero del 2014. Madrid Mi experiencia sanadora a través de la música oriental Sufi, ha sido una vivencia más allá de toda descripción que la razón pueda hallar lógica. Haré este intento de compartirla, y apoyar la sagrada labor de sanar el corazón con música oriental, linaje de portadores de Baraka como Rumi, el maestro Oruç,- quien pasó recientemente a otro plano - y dejó su sueño al sueño de Ignacio, un iniciado de los artistas, resguardando una semilla de la escuela de música Sufi del corazón, como en los hospitales de antaño, esos conjuros que solo el Uno sabe decir. Supe que llegaron a existir cuatro hospitales de esta medicina en Andalucía, España, confío que se está abriendo uno nuevo. Mi ADN se modificó, mis sistemas de creencias, y una misteriosa taquicardia alternada por meses, me costó respirar la energía transformadora, requerí días de quietud física y silencio hasta retornar. De Amante que soy, llegue a un concierto de Ignacio por pura intuición. Me resultó maravilloso y le pedí ir a sesión de música oriental a modo privado -me declaro enamorada del ney- Creía que sería relajante... no me dió tiempo ni a pensar que estaba sujeta a un delgado hilo, mientras mi ser, se dispersó en fragmentos y negrura atemporal, Recuerdo atravesar capas, y a cada vez mas profundo e incomprensible dolor, confusión, empecé llorar sin poder controlar NADA, salían lagrimas, era un río y lo antiguo desgarrando mi corazón, intentaba irme espiritualmente, escapar al dolor del alma, mientras algo me sugería que no me muestre así... una apremiante limpieza musical batallaba con mis demonios con la mayor dulzura que jamás había oído, un ney poderoso, que no callaba y emanaba a Dios por sus bocas embriagándome en una consciencia de Luz impecable, perdida en el espacio y a la vez contenida por la vibración de amor que me atraía hacia el néctar de mi corazón, flotando en músicas de altos cielos, blancas, puras, brillantes, sustentos de sonidos primarios, ritmos emanantes que poco poco comenzaron a reasignar los fragmentos de mi alma en perfecto orden, comandos de la luz de sabiduría y en cada pieza encajada reintegrando mi ser hacia un nuevo espacio armonioso y pleno. Hoy, oigo esta música que abrace un día, hoy veo la perla que dejó en mi corazón. Ojalá pudiera expresarlo mejor, gracias Ignacio por la medicina, honrando siempre tu labor, acompaño tu camino, chaman del desierto... gracias. Mariana.
EXPERIENCIA EN UN TALLER DE EL NEY COMO INSTRUMENTO DE SANACIÓN Y ALQUIMIA INTERNA Dos días antes de un taller de EL NEY COMO INSTRUMENTO DE SANACIÓN Y ALQUIMIA INTERNA, recibí una llamada de un número desconocido. Como faltaban pocos días para el evento pensé que era alguien que quería información sobre el taller. Pero no era así, se trataba de una chica que estaba estudiando danza oriental y que me pedía ayuda como professional de música oriental porque me comentaba que tenía algunas dificultades para integrar la música en la danza, en ciertas partes musicales. En la conversación telefónica me comentó que hubo un momento en el curso de danza oriental que estaba realizando, donde tenía que salir al escenario, y poco después de empezar su danza, con un percusionista oriental tocando en vivo, la profesora la cortó porque le dijo que no lo estaba haciendo bien. Este fue el detonante que le empujó a llamarme para pedirme ayuda como músico, sin saber que trabajaba como musicoterapeuta. Pero en la conversación yo sentí, como terapeuta, que el tema iba a nivel más profundo, así que le comenté acerca del taller, del que ella no sabía nada, y le dije que sentía que si asitía al mismo le iba a ayudar. Al principio era reticente porque me decía que ya había hecho miles de terapias diferentes y estaba un poco hastiada de eso. No obstante al final decidió venir. En el taller impartí una sesión de MÚSICA SUFÍ SANADORA para los asistentes, donde toque, como siempre hago, los makams o escalas orientales que sentía iban ayudar a los que estaban allí en su proceso vital. Recuerdo que entre otros makams toqué Aczemasiran y Nihavend, que son escalas que ayudan a desarrolar la creatividad y comenzar algo nuevo y la segunda ayuda a desarrollar la fuerza interior y la seguridad y a vencer los miedos, pero debo decir que antes de la sesión nunca comento lo que voy a tocar y para que sirve, para no condicionar de ninguna forma a los asistentes. Solo lo comento al final, después de que hayan compartido sus experiencias. Es una forma de que cada uno compruebe personalmente a que nivel les ha llegado la información a través de la música, sin las palabras. Sentía que esas escalas iban a ser buenas para esta chica y también para los demás que estaban allí. Al final de la sesión los asitentes comentaron sus experiencias que fueron muy especiales, y cuando le tocó el turno a la bailarina comentó que había tenido varias experiencias: - Ella decía que nunca se había sentido querida, y desde pequeña sentía que no le habían dado amor , pero que en la sesión de musicoterapia había tenido una regresión a su niñez donde veía varias escenas que no recordaba, y donde sus abuelos estaban dándole mucho amor. Esto le rompió los esquemas, y a partir de ahí no podía decir que no la habían querido. - También comentó que tuvo una experiencia de regresión a una vida pasada, donde veía que una tribu de aborígenes la perseguían y finalmente la mataban. Ella comentaba que ahora entendía porque siempre tenía miedo cuando iba por la calle, sentía que la seguían y que la acosaban, pero muchas veces no había nadie. Era una sensación que tenía todo el tiempo. - Con los cuencos y la voz tuvo una experiencia que no quiso compartir con detalles porque decía que era muy personal, pero si comentó que vió a un amigo suyo, su mejor amigo, que había fallecido, y que tuvo un reencuentro con el donde resolvieron asuntos que tenían pendientes. - Finalmente me comentó que cuando toqué el clarinete turco, al final de la sesión, me acerqué a una parte de su cabeza ( esto suelo hacerlo acercándome a las partes de la persona donde siento que hay algún bloqueó). Y en ese momento, sin saber porqué, le vino a la mente la escena donde estaba saliendo al escenario con el percusionista oriental en el curso de danza oriental y fue cortada por la profesora. Al terminar la sesión y el taller me comentó que la experiencia había sido muy interesante y le había gustado mucho, pero que no era lo que realmente necesitaba, que ella lo que quería es que le diera clases para entender ciertas partes de la música oriental y integrarla en la danza. Esa noche, mientras meditaba, me llegó con mucha claridad información de que la experiencia había sido muy sanadora para ella pero que todavía no se daba cuenta, porque no ataba los cabos. Dos semanas después me llamó para contarme algo que le había sucedido y con lo que estaba muy sorprendida. Resulta que al día siguiente del taller de ney tenía su primera actuación en público, y me contaba que le había salido increíblemente bien, sin ningún tipo de dudas, a pesar de que al final había interpretado una música que no conocía y había tenido que improvisar totalmente. Me comentaba que todos la felicitaron efusivamente y que a partir de ahí le habían salido varias actuaciones, que de hecho no había parado de actuar hasta que me llamaba. Estaba muy contenta. Pero me llamaba para insistirme en que le diera clases de música oriental porque eso era lo que de verdad necesitaba. En la conversación telefónica le comenté si no se había dado cuenta de ciertos detalles. En primer lugar que cuando la profesora de danza le había parado en su actuación le había reflejado su herida con respecto a la falta de amor y aceptación que había sentido en su vida por parte de su familia, y por eso en ese momento, inconscientemente, no veía a su profesora, sino a su madre o a su abuela que la rechazaban, y la regresión a la niñez tenía que ver con esa sanación de la aceptación. Que la regresión a otra vida era una forma de hacerla consciente de sus miedos para vencerlos, pues solo lo que aflora a la consciencia puede ser integrado y sanado. Y lo que sucedió al salir a escena y ser cortada fue el detonante de esa falta de aceptación y esos miedos que había tenido largo de su vida, por eso vio esa imagen cuando toque el clarinete cerca de su cabeza. La música le estaba dando un mensaje a su alma para sanar todo eso de una forma muy clara, pero aunque la información había llegado a un nivel muy profundo todavía no era consciente de lo que le había sucedido. En ese momento de la conversación telefónica se hizo un silencio después del cual me comentó que estaba en estado de shock porque se había dado cuenta de a que nivel le había sanado la experiencia, pero que le rompía todos los esquemas, porque había asistido a muchos talleres y terapias y nunca había experimentado algo a este nivel. Le respondí que con el trabajo que hago, la música va a donde la persona lo necesita en su proceso vital, a pesar de que ella no lo vea en ese momento, y eso va iniciando un proceso de armonización y de transformación profundos de días, semanas, meses e incluso años. Me dio las gracias de todo corazón, estaba emocionada. Sus palabras fueron: Que Dios te lo pague! Y luego dijo: Bueno, ya lo hace!! Y es verdad
EXPERIENCIA EN CENTRO MAHASANDHI DE MURCIA, 15/04/2018
CÓRDOBA, Octubre del 2015 ...y qué decir después de tanta hermosura y luz con este doble viaje en viernes y sábado... no existen palabras para explicarte lo agradecida que me encuentro de haberme permitido asistir a estos encuentros de taller y concierto.... y es que sólo existe mi corazón y mi Ser sonriendo desde dentro, ensimismada en el viaje de ayer y en el de hoy... y aún embelesada con las melodías que resuenan muy dentro y profundo de mi y que con tus instrumentos... con tu Ser nos has regalado... ...visiones... visiones de una época antigua, muy antigua... paredes amarillas escritas con letras escritas en un idioma que no sé o que no recuerdo... y una melodía de "rebab" de fondo...de ahí mis lágrimas al escucharlo... supongo al recordarlo...al escuchar tu voz de alma antigua... ...y más visiones... palmeras cayendo en una especie de isla... huimos... un volcán en erupción y dirijo a un grupo de personas hacia una canoa nos alejamos de esa isla... las lágrimas inundan mi rostro y yo impotente siento tristeza... mucha tristeza (como te dije)... ... cuando tocaste sobre mí... visualicé cómo conducía a alguien hacia la luz... liberación de un alma hacia la luz... no sé quien era... no conozco... y tampoco se cómo hice... sólo se que era y estaba allí... la zona del órgano bazo se liberó y dejé de pensar, de racionalizar... En una sesión que tuve este pasado verano con una astroreflexóloga podal me dijo que tenía una acción que realizar en este mi camino de ahora y que era "conducir a los muertos hacia la luz"... debido a mi profesión "mover a las personas" como bailarina y profesora de danza que soy, pensé que quizás se refería a "devolver vida, motivación"... a aquellas personas que se encontraban en un proceso de "muertos en vida"... Ayer pude experimentar algo más... algo que he de trabajar... ...todas tus frases, palabras, melodías... el instrumento que hay en ti me resuena... "En el camino" especialmente... porque hace como un par de años mi vida dio un giro de 180 grados y tuve que "re-crearme" de nuevo... ahora en este despertar y en el camino disfruto cada momento, cada persona, cada inhalación, cada exhalación, cada árbol que se me regala en el camino, cada ser vivo... haciendo lo que me gusta e integrando aquello que no me gusta (dejándolo estar más bien)... un encuentro con mi Ser Superior... ...decirte que escuchando "en el camino" me siento "en el camino"... y ahora mismo lo danzo... lo vivo, lo siento... Gracias Ignacio por Ser y Estar... inmenso abrazo y bonitas noches!
Comparte tu experiencia en alguno de mis talleres o conciertos